Halloween, Melbourne Cup, Hugh Jackman, Nectarinas a 12 dólares el kilo y otras cosas de interés.

Como reza el título nos vimos envueltos de lleno en la fiesta oscura por excelencia (no tiene que ver con cuartos oscuros), Halloween!!! fiesta céltica que celebra el fin del verano y el comienzo de la estación oscura en la que los espíritus bla bla bla, excusa para disfrazarse, salir de marcha y coger un pedal como un piano. Pues eso, que fuimos invitados previo pago de 20 costosos dólares australianos a una fiesta privada en un barco por la bahía de Sydney. Allí nos dirigimos, vestidos de marineros zombies totalmente customizados con nuestros tattoos talegueros hechos a bolígrafo chino y las mejores intenciones del mundo. El barco zarpaba (es la primera vez que utilizo esta palabra en un texto escrito por mí) del muelle 7 de Darling Harbour, es decir, unos 20 minutos andando desde nuestra casa. Pues bien, esos 20 minutos que duró el paseo hasta el muelle cayó un diluvio que envió al garete toda la customización. La fiesta consistía en un trayecto de cuatro horas dando vueltas por toda la bahía, con musiqueo y un montón de gente de todos los lados del mundo. Nos lo pasamos bastante bien, sobre todo por las vistas que pudimos contemplar desde el barco, con una perspectiva de la ciudad que nunca habíamos tenido antes. Para que os hagáis una idea de la fiesta podéis ver las fotos, las cuales fueron sacadas por Pepe ya que por si no lo sabéis os lo digo yo, los dos nos vinimos a Australia sin cámara de fotos.









Por cierto, lo que portamos son Coca-colas que aquí el bote es azul.

Y amanecemos en martes. No es un martes cualquiera, es el primero de Noviembre y eso significa que se paraliza el país puesto que se celebra la gran MELBOURNE CUP. Una carrera de caballos que se celebra en Melbourne, dura 3 minutos y es seguida masivamente por todo el país. La gente se pone sus mejores galas y se va al bar a ver la carrera, emborracharse y apostar. A mí ni fu ni fa, creo que ganó una caballo americano de nombre Americain que estaba 12-1 en las apuestas, ya ves. Y esto me viene al pelo para comentar la siguiente anécdota. Estábamos nosotros en el aula de informática de la escuela, en una tutoría, cuando entró una profesora cincuentona bastante loca. La señora en cuestión estaba apostando a través de internet para la Melbourne Cup cuando se fijó en David, se quedó obnubilada y empezó una estrategia de acoso y derribo. El punto fuerte de su discurso para hacerse a David era el supuesto parecido entre éste y Hugh Jackman, se dedicó a buscar fotos en internet y preguntarle a la gente que había por allí si se parecía o no. Evidentemente yo estaba tirado por el suelo de la risa. Dejo aquí una foto del susodicho, juzgad vosotros mismos.





Como podéis observar cada vez las cosas van mejor y poco a poco estamos encontrando nuestro sitio aquí. Yo tuve hoy una entrevista para empezar a trabajar en un restaurante este domingo. Falta me hará estando las nectarinas a 12 dólares el kilo, casi nada.

Lo dicho, nos despedimos desde nuestro jacuzzi de la séptima planta esperando que la próxima semana sea un poquito mejor que la anterior, y así sucesivamente.



Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño...


Mario Benedetti