martes, 16 de noviembre de 2010

Esto es to..., esto es to..., esto es todo amigos!

Hacía tiempo que no escribíamos y no es porque no haya nada que contar, pero la verdad es que siendo sincero estos días no estaba muy motivado para ello. Ahora, mientras mis párpados se enfrentan con Morfeo, trataré de relataros lo acontecido en los últimos diez días.
Hoy como el último mes y medio, hemos amanecido sin saber lo que nos esperaba tras la cortina; pues aquí el tiempo es impredecible. Pasamos de un sol de justicia y 30 grados a la sombra, a tormentas tropicales en cuestión de minutos. Parecía que esta semana se estabilizaría, que el verano había llegado, pero ayer sin ir más lejos la lluvia campo a sus anchas por Sydney.
Y como el tiempo que la asola, esta ciudad; también se antoja impredecible para nosotros. Nuestra vida aquí, hasta el momento, es un continuo vaivén de emociones.
La primera buena noticia de la semana llegó con la confirmación final del estreno de Alberto en el mercado laboral australiano, el Spanish Club y más concretamente EL IBÉRICO, su restaurante, le han brindado a mi compañero de aventuras la oportunidad de demostrar su valía. Hoy ha cobrado su primer sueldo, y la verdad es que he de decir que ha valido la pena la espera, porque tanto el ambiente, como las condiciones de trabajo son excelentes y los 91 dólares que hoy ha ingresado en sus arcas han sido para su moral, un inyección  comparable a la mejor ampolla de prozac.
Nuestra vida aquí no tiene excesivos sobresaltos, aunque está claro que a pesar de pasar la mayoría de las tardes en el "curro" y las mañanas en clase o en el gimnasio del edificio, las anécdotas se cuentan a mares.Y es que al fin y al cabo estamos en la otra punta del mundo y la vida diaria a la fuerza debiera antojarse, cuando menos anecdótica.
Casualmente la comunidad asiática, bien sean chinos, japoneses, tailandeses, indonesios... se llevan la palma en este campo. Sin ir más allá, ya mismo en el piso tenemos una espécimen de cuidado. Una de las chinas que vive con nosotros no nos dirige la palabra. Al principio pensábamos que se podía deber a la timidez, posteriormente lo achacamos a su carencia de fluidez con el inglés, pero finalmente llegamos a la conclusión de que es estúpida rematada. La saludamos cuando nos cruzamos en el salón y ni siquiera nos mira, así que la actitud para con ella es recíproca por nuestra parte.
Otra de las peculiaridades de la mayoría de los asiáticos del edificio, es que se meten en la sauna vestidos. Y con vestidos no me refiero a unas chanclas, pantalón corto y camiseta (que aún así sería una "animalada"); sino a chaquetas, pantalones de franela, relojes, vaqueros y hasta el teléfono móvil... vamos lo ideal para que la piel transpire y se oxigene, MADRE MÍA VAYA ESPECTÁCULO!! Alberto y yo nos volvíamos locos, podeis imaginaros la estampa.
Pero bueno, como dice mi hermano hay que quererlos igual jajaj. Además hay que tener en cuenta que Alberto es un icono para muchos de ellos, principalmente los que se dejan ver por el gimnasio (que por cierto no tienen ni idea de como usar los aparatos), pues no es el primero, ni el segundo para el que los músculos de mi compañero no pasan desapercibidos, sin ir más lejos el otro día, uno de ellos lo estuvo interrogando acerca de lo que tenía que hacer y como tenía que entrenar para ponerse como él. Y es que ya veis que aquí marcamos tendencia, uno Huck Jackman y otro el increible Hulk, que será lo próximo. Para los que estáis un poco perdidos aquí os adjunto una foto que no deja lugar a dudas.


Él, a pesar de estar orgulloso y aceptar su nuevo alter ego. No renuncia a su sueño, jugar al fútbol sala en Sydney. Está convencido, después de realizar un exhaustivo análisis de distintos equipos en el youtube de que no le resultaría difícil jugar en la primera división, y es más, se ha propuesto fichar por el Benfica, actual campeón australiano, por mi parte tiene todo mi apoyo aunque lo veo tarea harto complicada porque aunque él se empeñe en decir que son unos paquetes yo no lo veo tan claro, pero  que coño! de ilusiones también se vive (Alber, yo te quiero igual aunque fiches por New South Wales) jaja.

Pues ya veis, a veces tenemos que tomarnos la vida como una parodia, porque en muchos momentos, y más cuando estás fuera; este tipo de cosas te arrancan una sonrisa y dan para pasar un buen rato.

Entre otras, como podría sobrevivir yo aquí, sin mi cervecita al terminar la jornada laboral, con Ricardo, nuestro gran amigo portugués al que aún no habíamos tenido el placer de presentaros. Estudia con nosotros y es  mi compañero de fatigas en el restaurante. Estuvo viviendo tres años en Barcelona antes de venirse aquí con su novia, a la aventura como no!?. El tío está hecho un máquina; habla español, catalán, portugués e inglés perfecto. Lo que aquí le ha facilitado mucho las cosas a la hora de encontrar "curro" de lo suyo, ingeniero. Empezará en breves en una empresa japonesa.

Por supuesto no me quiero olvidar de Pepiño, el también a empezado a trabajar con Alberto en el mismo restaurante, sigue, al igual que nosotros, avanzando poco a poco en la conquista de este territorio, ahora acompañado de su fiel aliada la tabla de surf, con la que surca las olas de Bondi que tanto ha añorado en el último mes. Y es que, todos en un momento dado, nos aferramos a nuestras válvulas de escape. Que te aproveche nen!!! Te lo has ganado.

Estoy escribiendo, y me da la sensación de que el tono de esta entrada esta resultando un tanto melancólico, algo, por otra parte, totalmente espontáneo, pero como creo ser consciente de ello voy a tratar de darle un vuelco a la misma, hablándoos de la que para mí, ha sido nuestra mejor experiencia en Sydney.

La pasada semana, después de salir de clase, y contemplados por un Sol abrasador, decidimos junto con Pepe, hacer una barbacoa en su casa de la playa. Cuando estaba todo dispuesto se le antojó a las nubes hacer acto de presencia, echando así por la borda todos nuestros planes. Comimos en casa de Pepe y ya que estábamos allí decidimos inspeccionar la zona, pues aún no conocíamos las playas, ni el paseo que las comunicaba. Así que a pesar de la tormenta que amenazaba Bondi, nos fuimos a correr por el paseo.

Nos pilló la tormenta de pleno. Nos os podéis hacer una idea de lo que supone correr con un calor abrasador, la lluvia calándote hasta los huesos, y de fondo el cielo encapotado salpicado de relámpagos, haciendo juego con el mar de tono grisáceo. Las esculturas apostadas en las rocas que formaban el paseo, la arena de las playas, los acantilados... cada uno de los elementos que formaban parte de aquel marco incomparable nos hicieron sentir únicos durante todo el recorrido. No hablábamos entre nosotros, simplemente, cada uno a su manera, disfrutábamos del momento. Y al llegar, Alberto y yo teníamos claro donde estaría ubicada nuestra próxima morada en Sydney.

Repetimos más de una vez y aunque no fueron comparables a la primera, es cierto que la atmósfera que se respira en  toda la zona de las playas, es diferente. La gente corriendo, paseando a los perros, paseando con los niños, jugando al voley, haciendo surf, skate... Se respira vida, salud, deporte... que es; lo que al fin y al cabo, nos da lo que nos puede arrebatar en ocasiones esta experiencia; ganas, fuerza, motivación...

Así que en cuanto nos lo permita nuestro contrato de alquiler y nuestro poder adquisitivo, nos haremos con un hueco cerca de ese paraíso llamado, Bondi Beach.

Pienso que es suficiente por hoy, son las 00:00 y mañana espera una jornada dura de trabajo (hago turno de mañana y de tarde, 13 horitas) así que me voy para camita, no sin antes deciros que me han subido el sueldo (10 dolares más por noche,no es mucho pero... algo es algo) y seguramente en un par de semanillas caiga otro aumento, así que bueno, nos vamos acercando un poquillo más a nuestros sueños particulares y alejando de las penurias de los comienzos. La aventura continua y como me he presentado me despido: Esto es to..., esto es to..., esto es todo AMIGOS!

Un abrazo para cada un de vos e un biko para elas ;-).

1 comentario:

  1. Tíoooo me has dejado muerto con lo de la sauna jejejeje casi me meo de risa!
    El Alberto no me ha dicho nada de lo del gym, dile que podría sacarse un sobresueldo de personal trainer para los chinos del bloque ejejejejeje
    Un abrazo muy fuerte y gracias por animarme en esos días que todo se ve gris.
    See ya mate!!!

    ResponderEliminar