jueves, 9 de diciembre de 2010

La crema catalana vale por 5 merengues.





Son las 3 de la mañana, nada le importa, él es el rey y se comporta como tal. Juega en casa y lo demuestra en cada una de sus acciones, ha nacido para esto. Acumula trofeos a un ritmo vertiginoso. -No me esperes, tengo planes y los voy a llevar a cabo. -Vale, le replico. -Ten cuidado. Puede sonar paternal pero no pretende ser más que fraternal. La noche se echa sobre nosotros, sobre ellos...

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Llevo tres semanas currando as a waiter (como camarero), y puedo decir que se me da moderadamente bien, porque Stajanov es mi apellido. Y en este negocio si algo hace falta es eso precisamente, demostrar que estás haciendo mucho aún cuando no hay mucho que hacer. "Iberico restaurant" se llama el garito, sin tilde en la "e" por aquello de hacerle la vida más fácil a los no español parlantes. El producto a vender es cocina española. Tiene tirón. Gusta.
Dista bastante de lo que nosotros entendemos por cocina española, solo hace falta echar un vistazo a la tortilla sin ni siquiera probarla para darse cuenta de que es todo una farsa. Envoltorio. Reminiscencias de lo que se supone que es toda una cultura culinaria.
El ambiente de trabajo es muy bueno, tuve la gran suerte de entrar en un proyecto que recién está empezando a funcionar, lo cual facilita mucho las cosas. Todos estamos aprendiendo por tanto las carencias técnicas son suplidas con mucha energía. Eufemismo ligero para querer decir que no tengo ni puta idea de lo que un camarero tiene que hacer pero lo hago lo mejor que puedo. Lo hago lo mejor que puedo y lo debo hacer lo mejor que puedo porque de esto voy a vivir los primeros meses de mi estancia aquí. La próxima vez que vaya al Abel o al Portalón me cuidaré mucho de liársela a los camareros, ahora me doy cuenta de lo jodido que es estar al otro lado. El restaurante está situado en Liverpool street, en la conocida como Spanish Quarter que otrora gozó de cierto esplendor y ahora no es más que un conjunto de restaurantes pseudoespañoles regentados en su mayoría por orientales y otomanos.

En lo que a los estudios se refiere la cosa va bien, hemos aprobado todo, solo queda una semanita para terminar y casi dos meses de vacaciones. Lo último que tuvimos que hacer fue una presentación en powerpoint para la clase acerca de los riesgos que supone el alcohol en el lugar de trabajo. Yo me limitaba a leer lo que ponían las diapositivas para después obtener la maravillosa explicación que de las mismas daba David con su labia y su “you know”.

Y por fin podemos hablar de que estamos en verano, esta semana se ha instalado de verdad y parece que es para quedarse. El lunes decidimos toda la “crew” hacer una escapada a Manly Beach, una playa del norte de Sydney bastante famosa. Para llegar allí hay que tomar un ferry en Circular Quay y el trayecto dura media hora. Cuesta 6 dolares el billete, pero merece la pena porque las vistas que ofrece de toda la bahía son espectaculares. La playa de Manly goza de fama merecida, sobre todo por el entorno, el arenal en sí no es nada del otro mundo, pero el paseo con una arboleda tremenda da una sensación de urbanismo bien hecho. A lo largo de toda la playa hay un montón de campos de Voleyball, en uno de los cuales tuvimos que dar una pequeña demostración de cómo se juega a este deporte.




Soberana paliza de la dupla gallega sobre el resto de comunidades autónomas. Casi tan soberana como la que le endosó el Barcelona al Madrid, porque no pensarías que nos íbamos a perder el partido. A las 6:40 de la mañana, bajo un diluvio de connotaciones bíblicas llegamos al Cheers, un sport-bar que abre las 24 horas del día y está continuamente retrasmitiendo eventos deportivos. Pensábamos, ilusos, que íbamos a estar 4 gatos. Pues resulta que cuando llegamos el bar estaba lleno hasta la bandera, y hay que decirlo todo, el 90% portaba camisetas blaugranas por un 10% de estoicos merenguitos entre los que se incluye David con su camiseta de Raúl talla Shaquille Oneil. Mención especial merece un oriental que portaba una camiseta del Madrid con publicidad de Teka y que se pasó todo el partido soltando onomatopeyas que hacían las delicias de Pepe, vamos, que se partía la caja de él. Sobre el partido poca historia hay que contar, mientras unos siguen viviendo de números, cifras, camisetas y gurús, otros se dedican a buscar la excelencia desde la simplicidad que supone una filosofía grabada a fuego desde la infancia.

En lo que al futuro más inmediato se refiere, tenemos en mente realizar una pequeña escapada de 3 o 4 días al parque natural de las Blue Mountains y la zona de Palm Beach. Siempre viene bien respirar algo de aire fresco fuera del asfalto para ver las cosas con perspectiva. La idea es salir el día 1 de enero y volver el 4, pero todo está un poco en el aire debido a incompatibilidades de agenda.

Poco o nada más tengo que contar, tan solo queda despedirme y aprovechar para felicitar por su cumpleaños a mi cuñada que se acerca un poquito más a la treintena. Felicidades Celia.

4 comentarios:

  1. Ya era horaaaaa!!!
    oye si salís el día 2 para las blue me apnto!!!
    Te veo en un rato, See ya bro!

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  2. LA CREMA CATALANA ESTARÁ RICA PERO EL MERENGUE ES MUCHO MAS DULCE Y AL FINAL ¡¡¡¡ SIEMPRE!!!! GANA.
    DAVISOCO, PIENSA QUE CUANDO JUGAMOS, AUNQUE AHÍ SEAIS MINORÍA DESDE AQUÍ ESTAMOS CONTIGO.
    BIQUIÑOS

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  3. Estou con Ana!!!!Que non decaigaaa!!!jajajaja
    un bico ós dousss

    PD.non te boto de menos Dei...

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